"La tinta que el tiempo escribe se fue borrando de a poco; aunque su trazo oscurezca nunca se borra del todo" (J.A.Rey del Corral, "Parlapalabra")
Entradas populares
-
CRÓNICA: La semana sueca del premio Nobel El Nobel que lloró y que hizo llorar El discurso de Vargas Llosa quebró su voz y provocó las lágri...
-
Despedida y cierre JOSELUISCANO - 04 DE SEPTIEMBRE DE 2017 - 19:26 - TEXTOS Damas y caballeros, queridos e improbables visitantes de e...
-
"Un hombre que se permite malgastar una hora de su tiempo no ha descubierto el valor de la vida..." CHARLES DARWIN . ... Un hombre...
-
Los expertos ya han perdido la cuenta de los blogs que hay abiertos en el mundo. Algunos estiman que se abren del orden de ciento veinte a c...
-
Miércoles 14 de Noviembre: HUELGA GENERAL (y sobran motivos)
-
La libertad es el aire respirable del alma humana. VÍCTOR HUGO Hola, Mariano, El próximo LUNES, día 21 de mayo , a las 19.30 horas , en el...
-
EL OLENTXERO EL OLENTXERO Se despertó despacio, se incorporó a duras penas, se sacudió de un manotazo la n...
-
¿Y si Van Gogh no se suicidó? ¿Y si Van Gogh no se suicidó? Una de las escenas más desgarradoras de la historia del arte, hasta h...
domingo, 28 de septiembre de 2014
jueves, 25 de septiembre de 2014
CIEN POEMAS...
Cien poemas…
... dedicado a Dorita Puig.
“Dejé escritos cien poemas
es decir,
cien formas de morir” (Elvira Sastre)
y morí cien veces
cada vez
y no aprendí nada
porque no hallé nada tampoco
ni un punto de luz
siquiera
al final del túnel…
Desde el principio
te dieron una leve luz
como de luciérnaga,
un ascua moribunda
como un embrión de luz
y la gestaste vanamente
como esperando,
intentando ser…
ser luz
humilde y dolorosa,
un leve resplandor apenas
temblando en el cuenco de la mano…
un tenue soplo puede matarla
o darle vida
danzando
de una mano a otra mano
sin cesar, candente
amenazada de muerte
atenazada de vida:
en cada inspiración
una bocanada
de oxígeno para quemar
en cada expiración una sentencia de muerte:
vida, muerte…
¡qué más da!
Mariano Ibeas 27/07/2014
... dedicado a Dorita Puig.
“Dejé escritos cien poemas
es decir,
cien formas de morir” (Elvira Sastre)
y morí cien veces
cada vez
y no aprendí nada
porque no hallé nada tampoco
ni un punto de luz
siquiera
al final del túnel…
Desde el principio
te dieron una leve luz
como de luciérnaga,
un ascua moribunda
como un embrión de luz
y la gestaste vanamente
como esperando,
intentando ser…
ser luz
humilde y dolorosa,
un leve resplandor apenas
temblando en el cuenco de la mano…
un tenue soplo puede matarla
o darle vida
danzando
de una mano a otra mano
sin cesar, candente
amenazada de muerte
atenazada de vida:
en cada inspiración
una bocanada
de oxígeno para quemar
en cada expiración una sentencia de muerte:
vida, muerte…
¡qué más da!
Mariano Ibeas 27/07/2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)